viernes, 15 de noviembre de 2013

Palabras, palabras, palabras y el beneficio de la duda

Ni bien se conoció la determinación de realizar una manifestación en el kilómetro 55 de la Ruta 86, como consecuencia de no recibir respuestas sensatas  a los reiterados pedidos de reparación de ese lugar donde se producen tantos accidentes automovilísticos, el administrador general de Vialidad Provincial, Ricardo Curetti, salió al cruce diciendo que “se incrementarán medidas de seguridad a los fines de prevenir a los automovilistas sobre la situación que presenta la cinta asfáltica en ese sector”.
En declaraciones periodísticas a algún medio, el funcionario también habló de “mejorar las deformaciones” en el pavimento y agregó que en ese sentido instruyó al titular de Zona XII de Necochea, Daniel Arano, para que se tomen las acciones tendientes para alertar a quienes transitan por el lugar.
Si bien expresó que estaba en conocimiento de la preocupación de los usuarios de esa ruta, trató de deslindar algo de responsabilidad, culpando a muchos automovilistas que no respetan las velocidades máximas fijadas en los carteles.
Su opinión respecto a los conductores es tan válida como real. Pero no es menos cierto que las rutas no deben estar en el estado que se encuentran en toda la Provincia de Buenos Aires.
En lo que respecta al kilómetro 55 de la Ruta 86, ya se han registrado 12 accidentes en 15 meses. Desde entonces, vecinos de Juan N. Fernández y La Dulce elevaron notas al entonces intendente Horacio Tellechea; iniciaron el expediente municipal Nº 9291/12; entregaron documentación con fotos del lugar en la Secretaría de Gobierno; presentaron un proyecto de solicitud de informes y sus fundamentos en la Cámara de Diputados de la Provincia de Buenos Aires, según expediente Nº 2231/13-14; hicieron el reclamo durante la Audiencia Pública que por el tema de las rutas bonaerenses se registró en Necochea. Hasta ahora, lo único que se logró es que la ruta fuera rellena con tierra y cubierta con granza de piedras.
¿Curetti se habrá referido a este arreglo cuando sostuvo que mandó a revisar ese tramo de la Ruta 86 “para adoptar medidas mientras se termina el proceso licitatorio y se realiza la adjudicación”? “Lo más importante es que los fondos están y la obra está garantizada, por lo que se terminará sin problemas”, expresó el funcionario.
“Se terminará sin problemas”, dijo. Los vecinos de la región quieren soluciones no palabras, palabras y palabras. Por eso, hasta que esté concluida la obra, señor Curetti, permita a los usuarios a gozar del beneficio de la duda.

sábado, 9 de noviembre de 2013

Cuento. Un crimen por el que nadie reclama

Quienes participaron de la cena la noche anterior a cuando fue encontrado el cuerpo sin vida de una mujer  se conoció algunos años más tarde. La madre de la víctima finalmente confesó quienes estuvieron en la casa, pero el fiscal prefirió no tomarle declaración… “Dejame de joder, la causa ya está archivada”, se quejó el representante del Ministerio Público ante el pedido de uno de los investigadores que había logrado persuadir a la anciana para que contara, finalmente, quiénes habían estado en su casa, escenario del crimen. Antes, esa mujer introvertida, tosca, de carácter poco afable, había intentado contar lo que sabía, y, tal vez, lo que le tocó modificar en la escena del asesinato de su hija. Pero en dos oportunidades recibió brutal paliza en la calle que la hizo cambiar de opinión. Hoy, el caso sigue impune, con un fiscal sospechado de “lavar” el caso porque el principal involucrado es su amigo, con el que compartió muchas peñas, y además es un poderoso transportista que puede manejar voluntades con dinero o actitudes mafiosas. También se habla de policías que modificaron el lugar del hecho, con algunas pruebas plantadas y otras que desaparecieron.
El crimen fue descubierto el jueves 21 de Septiembre de 2006. Un día de festejos de adolescentes porque en esa fecha se celebra el Día del Estudiante y el Día de la Primavera. La mayor cantidad de policías controlaban discretamente los lugares donde había más actividad, en un parque, en la playa, en algunos clubes ribereños. ¿La ciudad? Puede ser cualquiera, con características de veraneo, abundantes médanos, un puerto en el estuario de un río de llanura, el verdor de los pinares…
La historia oficial comenzó a escribirse cerca de las 14.30, cuando Mirta Caceca, septuagenaria y dueña de la casa que habitaba junto a su hija, llegó del trabajo (limpiaba casas por hora) y encontró a Mónica Nailon muerta, semidesnuda, con ropa interior que no era suya, moretones en los brazos y con evidencias, a simple vista, de haber recibido un fuerte golpe en la frente.
Los primeros policías que llegaron al lugar dieron aviso a la Fiscalía de turno. “El cadáver es de una mujer de 42 años, según nos manifestó la madre. Hay desorden en la casa… todo indica que puede tratarse de un homicidio en ocasión robo”, fueron las estimaciones del  efectivo policial.
En pocos minutos, la casa estuvo rodeada de móviles, muchos funcionarios de la Fiscalía de turno, efectivos policiales, investigadores… Uno de estos frunció el seño. “Tengo el presentimiento que el escenario está distorsionado… alguien modificó la escena”. “¿Su hija fumaba señora? ¿y usted?¿Si no fuman porque el cenicero tiene tantas colillas de cigarrillos?”, preguntó el investigador.
“Son de los policías que llegaron primero”, recibió por respuesta. Esta situación marca que no fue preservado la escena del crimen como corresponde. Además, el cenicero, después desapareció.
La primera impresión óptica reunía todas las características de un homicidio en ocasión robo. Pero, para cualquier investigador, incluso poco experimentado,  quedaron muchos indicios que permitieron sospechar de un arreglo del escenario del crimen.
Del entorno de la víctima se dejó deslizar el romance prohibido con un transportista casado. Era habitual ver su vehículo frente a la casa de Mónica Nailon. Pero rápidamente se procuró buscar otro móvil… así desapareció la estatuilla de un Virgen María, rastros de elementos “caídos” hacia el fondo de la vivienda… otros de haber saltado la pared medianera al patio vecino… todo muy prolijo, como “sembrado”… “mmm, esto fue armado”, pensó el investigador.
No obstante, con las primeras evidencias reunidas, el crimen se centró en la persona titular de la empresa de transportes “Picogrande” de la ciudad. Al enterarse el fiscal de la causa, doctor Mirayanda,  sobre quién era el principal sospechoso, todos pensaban que se iría a excusar porque era reconocido el grado de amistad entre ambos. “La causa cayó en mi fiscalía, y no le voy a esquivar el bulto”, dijo el representante del Ministerio Público, tomando aire para inflar el pecho, al tiempo que acomodó sus lentes con la mano derecha, y peinó sus bigotes con la izquierda. Nadie dijo nada, pese a conocer las noches de peñas que ambos solían compartir.
Es más, en declaraciones a la prensa, apuntó contra el dueño de Picogrande, y algunos días más tarde dio a conocer que el sospechoso permitió que le extrajeran sangre para cotejarla con la encontrada en el lugar del hecho. “Le tomamos declaración como testigo, y accedió al examen de sangre. También aportó información precisa y comprobable…colaboró con la causa judicial y no se lo pudo involucrar en el violento episodio”, fue categórico el doctor Mirayanda, dejando fuera de la mira de sospechas a su amigo.
A partir de ese momento, surgió que habrían sido dos los sujetos que participaron del asesinato, pero en el avance de la investigación no se pudo comprobar ninguna hipótesis al respecto.
Llamó la atención el incesante aporte de “testigos” del empresario transportista, como también su llegada anticipada a la casa de quienes iban a recibir citaciones por parte de la Fiscalía. Sin embargo, nadie se quejó por esto.
El investigador que notó todas estas maniobras pidió varios allanamientos, pero el doctor Mirayanda los negó. Sólo permitió utilizar “luminol” en el escenario del crimen, constatándose que hubo un reguero de sangre por toda la casa, pese a que apareció limpia. El luminol se utiliza en química forense para detectar trazas de sangre bajo emisión de luz.
La prueba fue positiva y quedó demostrada la manera en que fue arrastrado el cuerpo de la víctima, que, evidentemente, le cambiaron las prendas íntimas, el recorrido desde la pileta de la cocina y del baño para conseguir agua y limpiar minuciosamente cada rincón de la casa.
Aquí  es donde el  investigador disidente al pensamiento del fiscal desarrolla su teoría de que quién limpió la casa fue la madre de la víctima. “El empresario de Picogrande cenó esa noche en la casa, se quedó como muchas veces lo hizo antes, pero esta vez la pareja discutió… la jornada terminó con el crimen, y, la madre de Mónica fue obligada a colaborar”.
Siguiendo su corazonada, el investigador intentó muchas veces que Caceca le confiara qué había sucedido aquella noche… finalmente se lo dijo. “Esto que me contás a mí, se lo tenés que decir al fiscal”.
 –Tengo mucho miedo, si mató a mi hija, ¿cómo se que no lo haría conmigo?.
 –Lamentablemente la única manera de que se haga justicia es la denuncia. Entiendo tu temor.
– Quiero dormir en paz… si, si, creo que lo voy a hacer…
Al día siguiente Caceca buscó la mejor ropa, fuera de moda pero la menos vieja, brillante por la humildad pero no por la tela. Se presentó en Fiscalía sin avisar, pidió hacer la denuncia. “Aguarde señora, ya se la toman”, le dijo la chica a cargo de la mesa de entrada.
Mientras aguardaba en el hall de la Fiscalía apareció el transportista, habló con la mujer, y se fue. La anciana pareció derrumbarse, con los ojos llenos de lágrimas, se dirigió hacia la salida, y salió caminando sin rumbo. Algunos minutos más tarde fue hallada tirada en la vía pública con rastros de haber recibido brutal paliza. “Fueron unos chicos que me quisieron robar”, dijo a la policía.
Nadie creyó en la historia del robo. Sin embargo, el fiscal Mirayanda, se encargó de decir a la prensa que “se trató de un caso de ladrones comunes” y que “nada tiene que ver ese atraco con el crimen de su hija”.
Varios meses más tarde sucedió un episodio similar. “Cada vez que intenta contar que pasó aquella noche, le dan una paliza…”, se lamentó el investigador.
Hoy la anciana parece no recordar nada. Ya no siente ese gran peso sobre su espalda ¿Por qué cambió la actitud? Según ella porque “quiero vivir lo mejor que pueda lo que me resta de vida, así que me olvidé del pasado”, expresó, dejando ver, curiosamente, un esbozo de sonrisa tan inhabitual en ella.
“20 de septiembre de2006. Hoy cenamos en casa con mi ex patrón y amante. Dijo a su esposa  que tiene que viajar para supervisar uno de sus camiones pero la realidad es que estará conmigo… mamá está enojada por la situación, pero ya no me dice nada. Estoy feliz, hoy le voy a pedir que convivamos…”

Ese es el secreto de Caceca. Entregó el diario íntimo de Mónica a alguien de su confianza. “Prometeme que el día que yo muera lo vas a divulgar, así finalmente se hará Justicia con Mónica”…

viernes, 8 de noviembre de 2013

Violencia de género

“Los términos feminicidios o femicidios le ponen nombre al asesinato sistemático de las mujeres por el solo hecho de serlo. Aquí, la construcción teórica y la denuncia de las feministas y el movimiento de mujeres como estrategia para visibilizar un problema social, político y de derechos humanos que a los medios les cuesta reconocer”.
El concepto corresponde a Gabriela Barcaglioni, quien es licenciada en Comunicación Social, egresada de la Facultad de Periodismo y Comunicación Social de la Universidad Nacional de La Plata. Además produce la columna sobre femicidios para el portal Artemisa Noticias; es ayudante diplomada de la Cátedra Análisis de la Información de la UNLP; integrante de la colectiva feminista “Casa de la Mujer Azucena Villaflor” y de la Red PAR (Periodistas de Argentina por una Comunicación No Sexista”; forma parte del equipo profesional del Programa de Atención a Mujeres Víctimas de Violencia, Secretaría de Derechos Humanos de la Provincia de Buenos Aires.
En uno de sus libros, Barcaglioni expresa que la violencia de género no es una problemática nueva. Existe desde que las relaciones entre varones y mujeres se establecieron en esta sociedad, y a partir de que el poder las atravesó y las configuró de manera tal que las diferencias se mutaron en jerarquías.
Los años 80 representan un punto de inflexión para la visibilización del tema, no sólo en los medios de comunicación masiva, sino a nivel social, a partir de los estudios que en Latinoamérica surgieron sobre la familia, el poder y la sexualidad. Y particularmente los aportes, las relecturas del feminismo, sobre las nociones de género, los estereotipos sexuales, la apropiación del cuerpo y la sexualidad, entre otros.
La periodista también expresa que mucho de lo que tenemos hoy en cuanto a conceptualizaciones, metodologías de intervención, casuística, datos e investigaciones, es producto del trabajo de las feministas; quienes, junto al movimiento de mujeres, desempeñaron un rol fundamental al incidir sobre los Estados y organismos internacionales.
El recorrido que el tema generó en los organismos internacionales es extenso. Cabe mencionar que la primera declaración de Naciones Unidas que reconoce la existencia de la Violencia de Género, fue aprobada por la Asamblea General en 1993 y la define como “todo acto de violencia que resulte en, o pueda resultar en daño o sufrimiento físico, sexual o psicológico de la mujer, incluyendo la amenaza de dichos actos, la coerción o la privación arbitraria de la liberad, tanto en la vida pública como en la privada”.
En distintos ámbitos internacionales se empezó a conceptualizar como “un problema de derechos humanos” (Conferencia Mundial sobre Derechos Humanos celebrada en Viena en1993); un asunto de orden público por su impacto (Conferencia Internacional sobre la Población y el Desarrollo, El Cairo 1994); un obstáculo para la salud y los derechos reproductivos y sexuales de la mujer (Conferencia Internacional sobre la Población y el Desarrollo. Programa de Acción, El Cairo 1994) y fue entendida como manifestación de las relaciones de poder históricamente desiguales entre hombres y mujeres (Cuarta Conferencia Mundial de la Mujer. Beijin, 1995).
En 1994, la Organización de Estados Americanos (OEA) elaboró la Convención Interamericana para Prevenir, Castigar y Erradicar la Violencia Contra la Mujer.
Los 31 países que la ratificaron reconocieron que la violencia contra la mujer es una violación a los derechos humanos y las libertades fundamentales, una ofensa a la dignidad humana y una manifestación de las relaciones de poder históricamente desiguales entre mujeres y hombres; que trasciende todos los sectores de la sociedad independientemente de su clase, raza o grupo étnico, nivel de ingresos, cultura, nivel educacional, edad o religión.
La Convención, ratificada en 1996 por Argentina, impulsó en el país la sanción y reglamentación ese mismo año de la Ley 24417 de Protección contra la Violencia Familiar. Varias provincias argentinas se adhirieron a la Ley Nacional y sancionaron sus propias normas.
Casi 15 años después, el 11 de marzo de 2009, el Congreso Nacional aprobó la Ley 26.485 de Protección Integral para prevenir, sancionar y  erradicar la Violencia contra las Mujeres en los ámbitos en que desarrollen sus relaciones interpersonales.

Trayendo el tema a Necochea, se celebra que hace alrededor de un año la Fiscalía General del Departamento Judicial Necochea, formó un área exclusiva para la Violencia de Género. Está a cargo de la instructora judicial, doctora Fabiana Cammajó. “Trabajamos con todas las fiscalías, y contamos con un equipo especializado para esta temática”, expresó Cammajó, quien confirmó que “en poco menos de un años fueron radicadas 400 denuncias”. Sin dudas, la creación de este organismo era una materia pendiente.

jueves, 7 de noviembre de 2013

Las rutas seguirán destruyéndose

De acuerdo a los números que se están manejando respecto a la partida presupuestaria que el Gobierno bonaerense tiene planificado utilizar para Vialidad Provincia, las rutas seguirán destruyéndose. El presupuesto que ingresó por el Senado destinaría 2.275 millones de pesos para Vialidad, un 25 por ciento más que el año pasado. Esta cifra no es irrisoria por la gravedad del caso, pero lo cierto es que esa partida no alcanza ni para comenzar a solucionar los inconvenientes en materia vial de la Provincia de Buenos Aires. Es cierto que el presupuesto aún no fue aprobado, pero ¿alguien duda que los legisladores lo harán? Históricamente así ocurrió, sin importar si la mayoría fuese del oficialismo o de la oposición. Reconocido por algunos diputados, “nosotros aprobamos la partida, pero casi nunca se ejecuta”. De este comentario, tan triste como real, se desprende que ni bien llega el dinero a Vialidad en este caso, pero sucede lo mismo en el resto de los organismos estatales, primero se abonan los sueldos, luego a los proveedores, después el arreglo de las deterioradas máquinas, y por último si queda algo, se destina a las rutas (¿?). De acuerdo a la vertiginosidad en la que se desplaza el mundo, desde hace muchísimos años las rutas argentinas deberían estar unidas por autovías. Existen partidas especiales para ello, empero, ese dinero se destina a otras cosas. En la Provincia de Buenos Aires contamos con una Vialidad totalmente desguazada, cuyos funcionarios, los que tienen buena voluntad, intentan al menos señalizar algún tramo de ruta. Por eso, conocer la cifra que el gobierno bonaerense pretende destinar a Vialidad, es lisa y llanamente no tener en cuenta que de las rutas sale la producción, la transitan miles de usuarios ya sea por paseos, estudio, trabajo… La mayoría de las rutas bonaerenses fueron diseñadas por los años 30, para autos y camiones de aquella época, donde las velocidades y los pesos de las cargas eran otros. Hoy seguimos con esas rutas devenidas a caminos. Un dato ilustrativo: en el último año ingresaron al parque automotor de Argentina más de 900 mil autos, y unos 200 mil camiones. “Si colocamos los vehículos, paragolpes con paragolpes, tendríamos una fila de 3.000 kilómetros. Para ser más ilustrativo, la cola comenzaría en Jujuy y llegaría casi a Río Negro”, comentó en una reunión Ignacio Zavaleta, uno de los referentes de la Unión de Usuarios Viales. Con este panorama, tenemos tres años más de lo que queda de rutas. “Hagan lío” dijo el Papa Francisco. Tal vez vaya siendo tiempo de que los usuarios nos nucleemos cada vez más y reclamemos hasta que se den por enterados nuestros gobernantes. Leyenda de la foto: Integrantes de la UDUV con el presidente de la Comisión de Presupuesto de la Cámara de Diputados de la Provincia de Buenos Aires, Rubén D. Golia